miércoles, 18 de febrero de 2009

Paseo en calma

A pesar de todas las inclemencias del tiempo, de todas las alertas por lluvia, oleaje, viento y nieve, la naturaleza está más fuerte y bella que nunca, yo no llevo la cuenta, pero aún ayer me dijeron que son siete las nevadas que hubo y para completar el cupo, faltan todavía dos..., cuesta creerlo a la vista del tiempo que estamos teniendo.

Hace unas semanas, bajo un cielo plomizo y viendo como resbalaba el agua de lluvia por este árbol quedé prendada de él y me dije que en mejor momento volvería y, aquí tenéis su imagen, sólo tiene flores blancas, un tanto ajadas (por la lluvia que tuvo que soportar), pero preciosas, no sé de que árbol se trata, pero sí que es bello.
Este año, todos los arbustos propios de la época navideña, están más bonitos que nunca, inviernos menos húmedos que éste, posiblemente les afectarían, no olvidemos que en Galicia la lluvia es arte y necesaria para mantener su paisaje brillante.




Son imágenes de ahora, estamos en una tregua marcada por la madre naturaleza, nos sirve de respiro, para secarnos un poco, para deleitarnos del manto verde que lucen nuestros campos y plantas, en una palabra para disfrutar de nuestro muy querido paisaje.


Las hiedras trepan como siempre, con flores o bien frutos, pero majestuosas, enmarcadas en un limpio azul.


Me resulta enormemente gratificante alzar la vista y ver ese fondo de azul intenso, es un regalo para la vista.

Es el momento para asomarse al exterior, no importa desde dónde, pero lo haremos con la seguridad de que vamos a disfrutar de todo aquello que alcancen a ver nuestros ojos.


La naturaleza ya intuye que la primavera está cerca, hay que engalanarse para la ocasión y ¿qué mejor momento?, pues éste es un buen momento, días llenos de luz para empezar a lucir cada planta su mejor ropaje.
Los camelios tienen una gama amplia de flores vistosas, atrevidas, espectaculares..., o tímidas como ésta, mensajera de paz y de gran belleza, atrae nuestras miradas y permanece en nuestra retina,





lo mismo ocurre con las humildes plantas silvestres, si nos fijamos en ellas, conservaremos durante mucho tiempo su presencia y buscaremos con cariño otras nuevas, iguales o diferentes, este diente de león no quedó como un recuerdo de otra salida, es real, estos días lucía así de hermoso, pero pienso que se equivocó y nos brindó esta imagen antes de tiempo, de todas formas es grande disfrutar de él.
Otro mirar a la naturaleza se puede contemplar desde aquí, en donde de los siete años que estuve en La Coruña, seis los viví en un apartamento de este edificio, el sitio es magnífico para disfrutar en los días tranquilos y no tranquilos de la belleza del mar.

Como lo hacían el domingo estos dos perros jugueteando y bañándose en estas aguas tranquilas, supongo que muy frías, pero también muy azules, en este caso por reflejo de un cielo limpio y transparente.

El sábado en Riazor el mar estaba tranquilo, el oleaje era mínimo, en su suave ir y venir había una magia especial que invitaba a una continua contemplación.


Aquí, en este otro mirador que separa la playa de Riazor de la del Orzán, la cosa era, aunque igualmente bella, un tanto distinta, mar en calma, no estábamos en pleamar, sin embargo el golpear sobre el muro del mirador, las pequeñas olas salpicaban, se hacían notar, nos estaban mostrando lo fuerte que puede ser un mar embravecido y avisándonos de que no bajemos la guardia.
Se dice que tras la tempestad viene la calma, yo dí este paseo, como podéis ver, después de la tempestad, brillando el sol disfruté, recogí imágenes, cargué pilas, todo queda a buen recaudo, ¡ os lo aseguro !, y si conmigo llegasteis hasta aquí, agradezco vuestra compañía esperando lo pasarais lo mismo de bien que yo.
Abrazos.

jueves, 5 de febrero de 2009

5 de febrero Santa Águeda


Esta imagen que veis aquí corresponde a Santa Águeda, natural de Catania (Sicilia), joven mártir que en la persecución de Decio, año 251, le fueron amputados los pechos antes de darle muerte. Es venerada en la Parroquia de Ntra. Sra. del Portillo de Zaragoza. Hasta aquí, resumido, lo que está escrito en el reverso de la estampa. Veréis que a la santa se la representa con sus pechos en un plato o bandeja que sujeta con su mano izquierda, ¡impresionante! ¿verdad?.
Conocía, por supuesto, el nombre de Águeda, aunque no es nada común por aquí, pero ignoraba todo lo relacionado con la santa. Una vecina de La Coruña, natural de Zaragoza, cuando supo que ese enemigo cruel, llamado cáncer, me había atacado, le faltó tiempo para decirme que cuando fuera a su tierra iría a la Iglesia en donde se venera la santa, pediría por mí y que me traería esta estampa. Además me comentó que era nuestra patrona y que en su fiesta, ese día, mandaban las mujeres. No sabría decir cuando cumplió su promesa, pero mi batalla empezó en el 2003 y me la trajo enseguida. Para ti Soledad un abrazo y muchas gracias .

No sé el origen de ¿por qué se emplea el color rosa para la lucha contra el cáncer de mamá?, tampoco tiene mayor importancia, pero hay que reconocer que es un color cálido, delicado aunque sea fuerte y que te invita a la vida, lo qué si tiene importancia es tener en tus manos esa estampa y esas otras cosas "color rosa de lucha..." que con tanto cariño ponen en tus manos esas personas que están contigo como soldados fieles en esa batalla entablada con ese enemigo tan cruel y con el único fin de salgas victoriosa. Todo ello tiene un valor incalculable, pero también lo tiene cuando estáis pendientes de que os diga el resultado de las pruebas, una simple palabra de ánimo, un acompañarme con unas palabras de cariño, blogs de personas inmersas en la misma batalla, pero con una fuerza que te invita a la lucha, ¡tantas! y ¡tantas! cosas pequeñas pero muy grandes y que sólo los/as que estamos de este lado sabemos apreciar en su justa medida...
Y, ¿por qué esta entrada?, a mi siempre me ayudó el hablar del enemigo, pero en este caso no es ese el motivo, es porque hoy día 5 de febrero es el día de Santa Águeda y si hasta mí llegó quiero compartirla con quién quiera aceptarla.
Abrazos.