Es Conchi quien me hace llegar estas palabras de la Madre Teresa de Calcuta, otra gentileza más por su parte, otra vez más me hace pensar, me hace recordar todas esas cosas con las que disfrutas, cosas que hacen sentirte viva, una de ellas es mi afición a coger un pincel y cubrir un lienzo con aquello que sale de dentro de mí, muchas veces en nada se parece el principio y el final.
cielos con un colorido intenso, casi irreal, ninguno parecido al anterior, éste quedó grabado en mi mente y a mi manera, lo pude inmortalizar.
Las flores silvestres me atraen de una manera especial, esto fué el motivo de dar vida a esta pintura
encargo de una amiga de mi hija, busqué unas violetas en el campo y pedí ayuda a mi amiga Conchi, ella fue la que me mandó una foto de la violeta en la que se apoya la mariposa.
influída por este hecho (pienso que fue el motivo) cambié frutas (esbozadas en un principio) por un buen chorro de agua, eso sí un buen chorro de vida...
así el mar juguetón con las idas y venidas de esas olas que campean a sus anchas, me hace disfrutar de un paisaje aunque no sea real.
en un momento bajo que tuve, ese momento árido, quedó grabado en el lienzo, así lo sentí, no obstante antes de finalizar vino a mi una esperanza de vida que representé en ese tronco medio seco en el que crece una "rama llena de vida".
servirá para tapar esa publicidad que no gusta, así hice con este reloj que me gustaba menos el nombre impreso que traía y así quedó después de taparlo con esas flores secas.
Durante tres días Lugo viaja en el tiempo, tres días de volver al pasado, tres días de ser romano o celta y tres días para recordar las palabras de la Madre Teresa de Calcula "Mientras estés viva, siéntete viva".