Faltan unas horas para despedir a 2011, las mismas para dar la bienvenida a 2012, éste sería el momento justo para hacer una pequeña o gran reflexión, pero, sinceramente, no me atrevo...
No fue éste un año demasiado bueno para mí, también es cierto que podía ser mucho peor,
los días pasaron, los hechos se sucedieron y supongo tendrían que ser como fueron,
por eso no reflexionaré, no pensaré solamente dejaré correr estas horas,
quedándome con cualquier plaza y con el recuerdo de esa Plaza Virtual, de tertulias abiertas, de actividades múltiples, de sentimientos mutuos, de tantas y tantas cosas y por supuesto llena de una gran amistad sincera.
Con la esperanza de que el año 2012 nazca con firmeza y sin ataduras dejo transcurrir las últimas horas del 2011.
Abrazos.