sábado, 5 de julio de 2008

Relato Colectivo

Relato
Escritura Colectiva Creativa

Recojo el testigo de esta historia que me pasa Piedad desde su blog.
LAS REGLAS SON:
1. Cada persona continuará la historia escribiendo su numero de turno entre parentesis y DOS FRASES.
2. Después se nombra para seguirla a a otras dos personas.
3. No se puede nominar a la persona que te nominó ni a una a la que nominaras en un turno anterior (si lo tuviste).
4. El blogger que escriba el turno 50 terminará la historia y la mandará al e-mail leinad19xico@hotmail.com

LA HISTORIA

(1) Era impensable, no me lo podía creer, mi mente daba vueltas una y otra vez y no conseguía ser consciente de lo que había pasado, ya no había vueltaatrás, era todo tan confuso. Miré durante unos instantes el martillo ensangrentado, lo envolví en un paño que encontré en el primer cajón de la cómoday lo escondí en el fondo del armario.(2) A los tres minutos me encontraba en la calle, necesitaba airearme, pensar... En aquellos momentos mi mente aúnno estaba preparada para ello...(3) El aire gélido de la mañana cortaba mi rostro como un cuchillo acerado, aún sentía en mi pecho el ritmo acelerado demi corazón sobresaltado por los espeluznantes hechos que había, en fracciones de segundo, vivido... Aún no podía explicarme cómo demonios había llegadoel martillo hasta mis manos y por qué reaccioné de la forma tan brutal como lo hice...(4) Sólo sé que había acabado todo, que era el fin de mi torturay el comienzo de una vida mejor. Por primera vez, me sentí libre.(5) Había logrado lo que estaba deseando hace mucho tiempo. ¿O realmente yo no lo habíadeseado nunca?(6) Solamente las circunstancias me habían hecho llegar a aquel extremo en el que me encontraba. No, seguro que detrás de todo aquello habíauna fuerza misteriosa que me apoyaba.(7) La pregunta era: ¿Por qué? Sacudí la cabeza. No me debía engañar por mas tiempo, no, yo ya sé mi verdad, peroal estar dormitando tantos segundos de mi vida me va a costar desperezarla. (8) Tal vez, la bruja de mi suegra no merecía brecha de tales dimensiones ensu cráneo. Sin embargo, por una vez, creía haber hecho lo correcto.(9) Por otra parte, si yo no la hubiese atacado a ella quizás ahora sería yo la víctima.Porque a decir verdad la relación con mi suegra siempre había sido de amor-odio.(10) Pero ya había pasado todo y no era hora de pensar en "si hubiera sidode otra forma". Ahora tenía que explicarle a mi pequeña hija Andrea que ya no vería más a su malvada y querida abuelita.(11) Sentí un ruido lejano, parecíanlas agujas de un reloj y esto hizo que me sobresaltara. Estaba un poco aturdida, ¿se trataba sólo de un mal sueño?(12) Me dirigí al último cajón dondecreía haberlo guardado y toqué algo frío y húmedo. Algo extrañamente húmedo en un cajón.(13) Retiré la mano instantáneamente, me asusté, aquel objeto nome resultaba familiar, pero la duda me carcomía por dentro. La eterna lucha entre la curiosidad y la prudencia, pues yo, en el fondo, sabía que deberíacerrar ese cajón para siempre y olvidarme de lo que había tocado, pero no fui capaz de resistirme y volví a introducir temblorosamente la mano.(14) Mientrascientos de instantes paseaban fugazmente por mi cabeza, pensé que lo tenía todo embrollado, estaba perdida. Me había metido en un montón de negocios insensatosen lugar de pensarlos despacio y con método.(15) Las facturas de los gastos de mi propia casa y de mis aventuras en el juego se acumulaban hasta el infinito...Suspiré y me dispuse a esconder todos los rastros de mi acto.(16) He de limpiarlo todo antes de que lleguen mi marido y mi hijo. Arrastré el cadáver haciala bañera de la planta de abajo.(17) Una sonrisa fugaz asomó en mi rostro cuando pensé que, a pesar de que tenía a mi suegra por una cabeza dura, su cráneose rompió con bastante facilidad. Supongo que casi cualquier cosa se rompería con facilidad con un martillo de acero tan pesado.(18) La vieja bruja hacíaun ruido peculiar al ser arrastrada por el suelo, ni siquiera notaba su peso muerto, a decir verdad,una vez muerta, mi suegra tenía el peso de un pajarillo.Era algo casi tierno, si no hubiera sido por la masa sanguinolenta que era una parte de su cráneo, su cara era la de una amable anciana que hace pastelespara sus nietos y se reune para jugar al bridge con sus amigas los viernes por la tarde, cada una cometiendo la locura de beberse una copita de jerez.(19)Mi suegra no jugaba al bridge, es más, tenía dudas de que hubiese jugado alguna vez a algo, que hubiese sido una niña alguna vez, inocente y sin tantorencor por dentro. Siempre recordaría aquel gesto duro, severo y aquellos comentarios mordaces pero revestidos de azúcar; aquellas miradas condescendientes.(20)Su sonrisa... su sonrisa llevaba al mismísimo demonio dentro. Desde luego, mi marido nunca supo nada de mi angustia, de mi rabia al ver que su madre medespreciaba, que me consideraba una aprovechada que no valía ni para limpiarle los zapatos a su hijo.(21) Aún recuerdo el día de mi boda, con mi madre,mis hermanas y mis primas revoloteando alrededor de mi cuarto y en el que habría de cambiarme. Mi suegra estuvo diligente con todas ellas, les sirvió deliciosospastelillos entre sonrisas y comentarios cómplices.(22) Pero mi tocado no aparecía. Mi hermana iba a ser la encargada de peinarme y me había regalado untocado muy bonito, nada extravagante, algo sencillo.(23) Recuerdo cómo mi suegra aplaudió la ocurrencia de no contratar una peluquera, recuerdo el "quéencantador". El tocado no apareció aquel día, suerte que compramos otro igual gracias a mi paranoia y cuando metí la mano en aquel cajón... lo encontré,intacto, un poco amarillento, pero con la etiqueta puesta aún.(24) Como una burla desde el más allá. Apretaba el tocado con mis manos ensangrentadas, medaban ganas de coger aquel martillo y destrozar cada uno de los huesos, y la carne... pero habría que limpiar más y suficiente trabajo en vida había dadoaquella dichosa mujer.(25) Gracias a Dios, mi marido era un tipo que se tragaba todas las series de policías del universo, solo necesitaba lejía para lasangre, su asquerosa y maldita sangre, tan espesa y pegajosa como ella lo fue en vida. Y sosa, mucha sosa, con sosa y agua su cuerpo se desharía en horas,lo que pasa es que era más difícil lo de la sosa, porque es imposible retener a mi familia de no entrar en el baño...(26) Lo de eliminar la sangre erasencillo, lo de eliminar su cuerpo era más complejo. Ni muerta me iba a dejar vivir.(27) Pasada una hora parecía que no había ocurrido nada, todo rastrode sangre que pudiera haber dejado esa bruja me había encargado de hacerlo desaparecer, pero seguía sin saber qué hacer con su cuerpo. De repente recordécuántas veces nos había hablado de aquella casita que había heredado en su pueblo y a la cual nunca quiso llevarnos pues "estaba muy lejos".(28) Yo sabíaperfectamente que era una vil excusa pero Carlos nunca admitió que tuviera razón, y si su madre decía que era una paliza llegar allí, por más que estuvierasolo a poco menos de hora y media de la ciudad, ni siquiera insinuaba que él creía lo mismo que yo. Sin más dilación me puse en movimiento, y al cabo deun rato me encontraba al volante de nuestro coche camino del pueblo y su casa, con ella envuelta en bolsas de plástico en el maletero, una pala y a sulado la sosa que me ayudaría a sacarla de nuestras vidas para siempre.(29) Mas, ¡qué juguetón el destino!, me tenía reservada una sorpresa. No bien hubeenfilado la carretera que me sacaría de este embrollo, acaso tan excitada por los sucesos recientes que no presté atención al pie derecho, unas sirenasllegaron a mis oídos, la luz roja y azul en mi retrovisor, la voz que me da el alto: la policía.(30)A través del retrovisor, observaba con angustia elpaso firme del agente que se acercaba al coche con una mano puesta en su cinturón, junto al arma. Me pidió que saliera del vehículo y en ese momento mesentí como el personaje de Javier Bardem en No es país para viejos: tenía muchas ganas de hacer desaparecer al policía.(31) Pero me reprimí. Salí del cochecon la ansiedad mordisqueando sañuda los pliegues de mi estómago. Alcé la vista, le miré a la cara y contuve el vómito. No podía ser él. Era imposible.(32)Me sonó al instante. En su gesto no había incicios de sospecha, sólo había sorpresa y alegría por verme después de tantos años.(33) Vaya sorpresa, dijo,nunca pude imaginar que las casualidades llegasen a confabularse tan oportunamente, fíjate que he tenido que sustituir a uno de mis compañeros, enfermo,y he visto que tu coche lleva el maletero mal cerrado al circular detrás de ti. Me quedé helada... hacía veinticinco años que no nos veíamos, desde eldía antes de mi boda, en que decidí casarme con el ferretero, en lugar de con el policía... hubiera podido liquidar a mi suegra de un disparo, en lugarde a martillazos... porque las suegras son todas iguales...(34) Mi cabeza se partía pensando esto mientras saludaba a mi amigo e intentaba inventar unaexcusa para que no se acercara al maletero. Ya se encaminaba a la parte trasera de mi vehículo cuando sonó la radio de su coche patrulla y su compañerole hizo señales para que se acercara. (35) Mi mano temblaba al encender el cigarrillo, no veía el momento para continuar el viaje. Al terminar la comunicaciónen su coche comentó algo con su compañero y me miró largamente. (36) Mi corazón empezó a latir aceleradamente, en mi imaginación veía cómo se acercabaal coche, abría el maletero y descubría el pastel..... no sabía si anticiparme y cerrarlo o esperar que la suerte me acompañara y aquella llamada le obligaraa marcharse.(37).Le sonreí he intenté tranquilizarme.Me miré las manos nerviosa y ví que tenía una mancha de sangre en el dorso de la mano....¡Dios mío.....!¿La habrá visto?. Las piernas empezaron a temblarme , escondí las manos como pude....Él se acercaba lentamente y yo estaba muerta de miedo............(38)." No seas tan descuidada, no se puede ir por ahí con el maletero abierto", me dijo. Torcí la boca en una mueca que se suponía era una sonrisa, mientrasrestregaba mi mano ensangrentada dentro del bolsillo del pantalón. Se dió la vuelta, se acercó al maletero y cuando ya hasta el aire empezaba a faltarme,de un golpe seco lo cerró.Luego se volvió otra vez hacía mí..(39)Sus oscuros ojos almendrados , los mismos que recordaba de aquellos momentos de juegoy complicidad que habíamos compartido durante parte de nuestra infancia y adolescencia,se detuvieron en el dorso de mi mano ...¡Estás herida!- se sorprendió.(40) Le dije, que me había herido con el cierre del maletero, y, no se si le resulto convincente mi explicación, pero su mirada se detuvo un instante enmis ojos, y su boca se poso en la mía fundiéndose en un apasionado beso.(41)Mientras me besaba y saboreaba de nuevo la dulzura de sus labios, una lágrimase deslizaba por mi mejilla,no pudiendo evitar que a mi mente volvieran recuerdos tan tiernos y tan lejanos. (42)Recuerdos que me hacían estremecer, aquelprimer beso, aquel primer roce de sus manos sobre mi piel, aquel amor prohibido que nunca olvide,todo se agolpaba en mi mente mientras no podía dejar derepetirme ¿porque me equivoque? ¿porque no luche por aquel amor prohibido? ¿porque? (43) ¿Porque lloras? me preguntó él, ¿quieres q quedemos mas tarde?sacudi la cabeza diciendole no y me meti en el coche. Lo puse en marcha aún un poco temblorosa, pero con rapidez y mientras me alejaba podia verle porel espejo retrovisor alli parado, mirandome. Por ahora debo borrarle de mi mente, pensé, el pueblo está cerca. (44)Me puse de nuevo en marcha, con laspiernas aún temblando, pero confusa, pues no sabia a ciencia cierta si mi temblor era debido a las emociones de ese beso..o la carga odiosa que llebavaen el maletero...tenia que despejar mi mente, y concentrarme solo en llegar al pueblo.(45)Parecia que nunca iba a llegar al pueblo. En vez de hora y media,parecia que llevaba al volante 6 horas. Era como si el tiempo no avanzara! Por fin, al salir de una curva, vi el cartel que me daba la bienvenida al pueblo.¡Por fin he llagado! Me senti contenta y aliviada, pero cada vez mas nerviosa e incluso empezaba a sentirme neurotica ¿Era cosa mia o todo el mundo girabala cabeza para mirarme?(46) Ahora tenía que encontrar la casa, aquella casa que no conocía mas que por referencias y por una foto que ella nos enseñabacon orgullo de cuando era jovencita. La verdad es que tengo que reconocer que era muy guapa de joven. ¿Todas las mujeres guapas albergarán en su corazóntanta maldad? (47) Me adentré en él y abancé por una de sus calles en busca de la casa, cada vez estaba más aturdida y nerviosa, las casas parecían todas iguales o a mí me lo parecían, tal vez era el efecto de los nervios. Giré a la derecha, después a la izquierda y unos metros más allá la ví, sí, era semejante a la de la fotografía y por su aspecto de abandono no podía ser otra.Paré el coche frente a la puerta e intenté relajarme dejando caer mi espalda sobre el respaldo del asiento mientras paseaba mi mirada por la zona y arrededores de la casa , la cual parecía esstar sola “¡voy a tener suerte” pensé!. (48) Cerré los ojos un momento, todo lo que había sucedido pasó por mi mente, me dije: tengo que terminar de la mejor forma posible lo que yo misma empecé.
Al abrir de nuevo los ojos, todo había cambiado, la casa no estaba sola ni tenía el aspecto de abandono como la había visto antes, bajé del coche, me acerqué a la casa y ¡oh sorpresa!, sin darme tiempo a nada, mi suegra abre la puerta y dice: ¡Cuánto as tardado querida!...(49) Mis ojos se abrieron poco a poco. Ya no estaban ni la casa, ni la suegra muerta, ni el coche, ni las manchas de sangre. Solamente tenía sobre mi cuerpo una manta y una sábana y sobre la mesilla un teléfono. El timbre me despertó totalmente y al desconectarlo oí la voz del viejo amigo, el que ingresó en la policía de tráfico, que me decía. "El otro día no te puse multa por exceso de velocidad porque eras tú, pero ahora me la tienes que pagar". Le pregunté si había levantado acta y me respondió; "Tengo mi día libre y te espero en un bar con fachada verde que hay en la misma carretera donde nos encontramos". Me arreglé rápidamente y cuando salía de casa mi suegra me preguntó "¿Dónde vas a esta hora?". Le contesté casi inconscientemente: En busca de un sueño en el que tú también tomaste parte. Antes de cerrarse totalmente la puerta oí murmurar. "Está como una cabra". (50)

Paso el testigo a Nomolamos y Ollos de Cores
(Entrada nº 49 publidado por Fortimbras, en lugar de Nomolamos))

27 comentarios:

nomolamos dijo...

hola sabeliña, como somos dos para acabar la historia, casi le agradeceria a ollos de cores, que la terminase, solo pensar en escribir todo eso me da algo, ya que iker, no me deja estar sentada ni dos minutos, sino te imoporta, hazselo saber, y si no puede ser, vuelve a decirme que ya le he pensado el final
un beso

Masa dijo...

Nosotras no tenemos en absoluto problema en acabar la historia ¡qué bien!
Para que quede claro, ¿nosotros tenemos que continuar desde donde lo deje driada?
Pues eso, que nos liamos un poco con las normas del relato, pero nos parece que ya lo entendimos.
¡Un abrazo y gracias por pasarnos el testigo!

Sabela dijo...

De acuerdo con las tres, y, efectivamente, tendremos que esperar a Driada, creo que es así, pues yo también estoy un poco perdida, voy a pasar por su blog.
Abrazos.

Conchi dijo...

Sabela, casi, casi te toca terminar la historia, jaja. Qué bueno lo que escribiste, yo hubiese sido más trágica.
No hay que esperar a que escriba Driada. Las personas a las que pasaste el testigo tienen que escribir sus dos frases y volver a pasarlo, pero habrá distintos finales, como es lógico, ya que el relato está en muchas manos.
Espero haberme explicado.
Un abrazo.
Conchi

Conchi dijo...

Sabela, corrige el email al que debe enviar el relato la que llegue al 50, es: leinad, sin la palabra email pegada, jaja.
Un abrazo.
(Yo tengo el relato en Compartiendo experiencias, por eso lo sé.)
Conchi

Conchi dijo...

Ay, perdonad, que sea yo otra vez. es cierto que Nomolamos y Ollos son las nº 50. Cada una escribirá su final, claro. Habrá dos finales. Voy a sus blogs!, jaja

Sabela dijo...

Gracias Conchi. Corregido. Estoy perdida del todo e intrigadísima por saber el resultado ¿cómo lo sabremos?.
Esto me resultó de lo más gracioso...
Ven cuantas veces quieras por aquí, eres siempre bien recibida y sobre todo para corregir errores.
Abrazos

Conchi dijo...

Pues no sé, Sabela. Imagina que la persona que lo empezó lo pasó a dos, esas a su vez a dos cada una, ya van 7. Así que hay un monón de relatos por ahí repartidos. Si esta persona, la del correo, tiene que leerse todos, ya estará entretenida todo el verano, jaja. No sé si lo publicará en algún sitio. Como somos de las últimas podemos controlar algunos finales.
Yo se lo pasé a Piedad y a Kety, pero esta no lo ha seguid, al menos no lo veo en su blog.
Bueno, si nos enteramos de algo nos avisamos, ¿vale?.
Un abrazo.
Conchi

Sabela dijo...

De acuerdo. Hasta mañana.
Abrazos.

nomolamos dijo...

gracias ollos de cores, me haceis un gran favor, en terminarla vosotras, y sabeliña, prometo que en otra ocasion lo llevo a cabo, entre iker, y el monton de peña que hay en casa a todas horas no tengo tiempo ni de morirrrr.... un besazo mi amatxu gallegiña,

Dante dijo...

Veo que ya no me queda sitio para terminar la historia, pues hay dos nominados y un solo espacio final.
Lo siento.
Sabes que esto lo inventaron los surrealistas franceses, sobre todo Apollinaire y Lous Breton y lo solían escribir cuando se sentaban en grupo en un café del barrio latino. Pero lo mas crurioso de ello -por eso eran surrealistas- es que para escribir una linea, tapaban todo lo anterior y solamente al final sabían como había quedado el texto.
Un beso

Sabela dijo...

Ollos de cores

Dejé un comentario en vuestro blog ¡lo vistéis!.

Nomolamos

No te preocupes chica por todo esto que bastante tienes en estos momentos, perdón para mí por haberte metido en ello.

Fortimbras

Cuando ví esto me acordé que primero con mis sobrinos y después con mi hija durante todos los viajes hacíamos lo mismo empezábamos una historia y cada uno aportaba su parte...
No sabía que fuera invención de los surrealistas franceses.
Siento no haberte pasado el testigo.

Conchi

Parece que la historia está detenida ¿qué se hace?, ¿se les pasa a otros el testigo?

Abrazos para todos/as.

Piedad dijo...

Esta historia empezó un poco macabra pero es divertida y por suerte, creo que tendrá un final feliz, o así lo pienso yo, después me paso a ver si ya está acabada. Pues tengo que decirte Sabela, que has tenido mi misma idea de seguir porque la verdad es que no quería un final trágico, que para eso ya tenemos muchos en la vida real.
Un abrazo.

Conchi dijo...

Bueno, yo venía corriendo a leer el final y me encuentro que está parado!!!.
Sabela, Ollos te respondió que podía escribir un final, ¿no? Demósles tiempo.
En cuanto a Nomolamos desde el primer momento te dijo que no podía continuar, es decir, terminarlo. Si quieres podemos cogernos una licencia, jeje, y cambiar a Nomolamos por Fortimbras, ya que parece que estaría dispuesto a darle un buen final.
Pienso que sólo tenéis que poneros de acuerdo vosotros tres. Los demás estaremos encantados de leeros. (Es mi modesta opinión, claro)
Un abrazo
Conchi

(Te he enlazado a mi blog de En las estrellas nos encontramos, espero que no te importe)

nomolamos dijo...

jo para mi en este momento es una liberacion y cedo gustosa a fotimbras que encima seguro que lo hara genial.
sabeliña, no te preocupes, que en otro momento lo habria seguido con muchisimo gusto, pero ahora estoy que no puedo ni concentrarme... no te preocupes, que todo esta bien, lo unico que tengo un pequeño dictador usurpador de mi persona, pero todo muy bien....
un besazo, y a la carga forntibras te paso el testigo y me gustaria una direccion donde poder seguirlo,
un beso a todos y gracias

Dante dijo...

Este es mi final. Si te sirve, lo pegas y listo.

Un beso


Mis ojos se abrieron poco a poco. Ya no estaban ni la casa, ni la suegra muerta, ni el coche, ni las manchas de sangre. Solamente tenía sobre mi cuerpo una manta y una sábana y sobre la mesilla un teléfono. El timbre me despertó totalmente y al desconectarlo oí la voz del viejo amigo, el que ingresó en la policía de tráfico, que me decía. “El otro día no te puse multa por exceso de velocidad porque eras tu, pero ahora me la tienes que pagar”. Le pregunté si había levantado acta y me respondió; “Tengo mi día libre y te espero en un bar con fachada verde que hay en la misma carretera donde nos encontramos”. Me arreglé rápidamente y cuando salía de casa mi suegra me preguntó: “¿Dónde vas a esta hora?”. Le contesté casi inconscientemente: “En busca de un sueño en el que tu también tomaste parte”. Antes de cerrarse totalmente la puerta la oí murmurar. “Está como una cabra”. (y 50)

Sabela dijo...

Copiado lo de Fortimbras, queda Ollos de core pra rematar esta historia que, como bien dice Conchi, tendrá varios finales.
No sé antes, pero a última hora, creo que nos liamos. ¡Veremos que pasa...!
Abrazos.

Conral dijo...

Sabela, como aquí ya se ha llegado al nº 50, lo mismo tendrías que enviarla tú al correo que dice al principio, ¿no?
Si Ollos, escribe el otro final debería enviar todo el relato también a dicho correo. Y así todos los que lleguen al nº 50.
Es como yo lo entiendo.

Muy bien el final de Fortimbras. Se nota que es periodista, jaja.

Un abrazo.
Conchi

Piedad dijo...

Yo también lo entiendo igual que Conchi, éste ya está acabado, por lo tanto hay que mandarlo tal como dice.
A Fortimbras, le quiero decir desde aquí, porque en su blog tengo el mismo problema de otros, o sea, que no le puedo dejar mi comentario, que ha tenido un final muy semejante a lo que yo hubiera dicho de haber sido yo la última. La protagonista de esta historia tuvo un mal sueño, que solo fue eso, ¡una pesadilla!.
Saludos a Fortimbras, besos a todos.

Sabela dijo...

Conchi y Piedad

No, todavía falta el nº 50, creo que deberíamos a esperar la publicación de Ollos de cores.
Revise todos los números y sí falta el 50, creo que el error estuvo en que yo cogí el relato de Piedad, pero antes debía de esperar a que publicase Kety y cogerlo de esta ¿verdad? ¿que se hace ahora?.
Abrazos.

Sabela dijo...

Conchi y Piedad

Pasé por el blog de Ollos de Core y dicen que mañana rematarán la historia, les voy a contestar que de acuerdo, así que tendremos que tener un poco más de paciencia, la verdad es que estoy deseando saber el desenlace.
Abrazos.

Conchi dijo...

Sabela, tienes razón. Lo que escribió Fortimbras no es el final, falta el nº 50, pero ese no es el de Ollos. Siempre hay dos números iguales, ya que lo pasamos a dos personas.
Así que Fortimbras y Ollos deben pasarlo cada uno a dos y estos sí serían los últimos.
Qué lío!, jaja
Un abrazo.
Conchi

Masa dijo...

Ya hemos terminado la historia. El final se nos ha alargado bastantate, pero esperamos que no os importe. Sentimos mucho haberos echo esperar tanto y deseamos que os guste.
Está en nuestro blog y ya podéis dejar las críticas.

Piedad dijo...

¡Ola Dous ollos de cores!: he pasado por vuestro blog y ya he leído el final, pero no os he podido dejar mi comentario en vuestro blog, pues como ya habreis observado, mi ordenador es adaptado y no me lee las letras que hay que escribir para ello. Desde aquí os dejo mi comentario que creo ser la primera.
No está mal del todo, porque tampoco sabemos si lo llegaría a conseguir aunque esas eran sus intenciones, mejor que no lo consiguiera porque a mí no me gusta la violencia aunque sea algo que por desgracia está de moda, ¡pobre suegras ¡qué desgraciaítas son!
Un abrazo.

Masa dijo...

Está claro que la violencia no es buena, pero no teníamos demasiadas salidas. También podríamos haber terminado con un final trágico para la protagonista... pero nos decantamos por este.
No tenemos nada en contra de las suegras, pero la historia nos llevó por su camino.
Saludos

Unknown dijo...

que lindo momento del dia el atardecer, que lindo rincon el tuyo...

Sabela dijo...

Otra vez a viajar al olvido
Gracias por tu visita y por tus palabras... ¡son bellas! y fieles referencia a mi blog.
Anoto el tuyo y te visitaré.
Abrazos.