
Es bien cierto que nunca me gustó anticiparte a los preparativos de cualquier evento, pero en esta ocasión ni aún sobre la marcha pasé la Semana Santa como pensaba, todo se cayó por su propio peso o por inclemencias del tiempo..., sin embargo ese no preparar me llevó a descubrir esta rosa que,

unida a la que me mandó Rosa, festejaremos virtualmente (con un poco de retraso) una fiesta tan bonita como es la de Sant Jordi en Cataluña,

sin olvidar la que nos ofreció Gloria y, por supuesto,

sin dejar de mostrar la de Roser, las tres quisieron traspasar costumbres y que nos llegara, especialmente, "la rosa".

En la magía de mi jardín, Driada preparó la Festividad de la Rosa, siempre es de agradecer tanta hermosura y éstas también fueron del mágico jardín, un regalo que en su día me llegó personalizado dejando una profunda huella, después de ver las rosas seguí paseando por el jardín,

me encontré con "Wisteria", no tiene que envidiar a las rosas, tiene belleza, color y olor.

Dice Driada "No necesita tutores ni guías que la sustenten se apoyará tímidamente en sus primeros años a cualquier soporte o muro que tenga cercano."

éstas que crecen en el Parque Rosalía de Castro así lo confirman, es un abrazarse sobre sí mismas,

formando ya troncos en torno a las columnas,

las recuerdo de toda la vida, no es de extrañar tanta corpulencia, ya que son muchos los años que tienen,

cubren el mirador del parque y vigilantes observan el paisaje, un recuerdo en distintas fechas, para Conchi y Galle, un paseo que no dudo revivirán y yo no olvido que nos hemos apoyado en la balaustrada y disfrutado el momento...

En mi peregrinar con la cámara, el domingo, junto con la rosa del principio encontré esta otra, es justo que la trasplante al mágico jardin...
Abrazos.